viernes, 28 de agosto de 2015

Purple is the new black (o "De cómo mi pelo se volvió morado")

Desde que era pequeña siempre me han encantado los tintes de fantasía.
Siempre me ha parecido una idea estupenda la de tener el pelo de tu color preferido y, cuando tenía 14 o 15 años, le dije a mi madre:
"Mamá, quiero ponerme el pelo de color morado".

En realidad, me parece bastante lógico que su respuesta fuera un no rotundo, pero esa idea nunca desapareció de mi cabecita.

Como dije en otro post, tuve una adolescencia gótico-bohemia. Lo que no os conté es que transcurrió en un pueblo de La Mancha manchega, que mi acceso y maestría respecto al mundo del maquillaje eran muy limitados y que las"pintas" más chungas que llegué a llevar las compraba donde todas las demás (en estrafalarius).
Sobra decir que cualquier cosa que implique agujas cerca de mi piel y no se realice en un centro de salud me atrae tanto como hacer puenting desde una pirámide. Con lo cual digamos que yo era una heavy de paisano y nunca llevé mucho más que algunas medias cortadas de putón rejilla usadas de malla debajo de las camisetas de manga corta y mi mayor osadía fue llevar la falda encima del pantalón.


Algo así pero de negro (y sin bombo)



Nunca olvidaré la primera vez que me teñí a escondidas con un tinte vegetal super molón que se llamaba "Violin Pepsy". Aquello a penas sirvió para tener que lavar una almohada y me duró una semana en el pelo, pero, a mis 16 años, a nivel emocional fue épico... Mis padres nunca se enteraron porque estaban de viaje.


Olían a chuches, nunca sabré por qué los retiraron



Luego llegó la universidad y empecé a experimentar más libremente con mi pelo.
Yo, que ni por asomo sabía lo que era una decoloración, y con mi pelo castaño oscuro, oscuro, casi negro, empecé por un "violín" del super (En mi pelo se tradujo en caoba) y más adelante negro azulado (nunca entendí a qué se referían con azulado), reflejos cobrizos...
Entre tanto, crecí, deje de ser tan heavy, me volví más croqueta coqueta y me convertí en otra persona anónima más.


Después empecé a ver muchos videos en youtube y me volví anti-siliconas, anti-tintes y anti-tijeras.



Al final, poco a poco, fui desterrando mi idea original porque me aterraba la decoloración... y entonces ya era psicóloga... y, ¿qué clase de mensajes manda una psicóloga con el pelo de colorines?

Luego llegaron las opos y tuve que dejar muchas cosas de lado para enterrarme bajo toneladas de apuntes. 
Me presenté por primera vez y me quedé sin plaza. Intenté volver a leer (algo que siempre me encantó hacer) pero no podía, estaba muy cansada. 
Estaba totalmente obsesionada con estudiar y me sentía culpable todo el rato cuando intentaba hacer otras cosas (momento dramático).


 
Y entonces, llegó Fa




Y recordé que yo era mucho más que una chica encerrada en una habitación repasando los trastornos formales del pensamiento, que yo había soñado y querido ser muchas cosas a parte de una psicóloga clínica, que podía ser quien quisiera y DEBÍA vivir mi vida desde ya.



Y tras dudar y dudar durante casi un año, una mañana me presenté en el trabajo con el pelo totalmente morado.
Y a mi jefa le encantó, y a mi madre no le pareció tan terrible y mi novio dijo que me quedaba muy bien...



Y un acto tan simple y tonto como teñirme el pelo, me hizo sentirme conectada por fin a esa niña de 14 años a la que pensaba que había defraudado tanto.


Siempre mía, Laura.

2 comentarios:

  1. Sabes que soy de la opinión de l@s que piensan que lo has hecho estupendamente. Olé tú, el color es precioso y te queda muy chuli :-) PD: Espero que te pegues (más pronto que tarde) el gusto de añadirle el Heroine para remate del purple perfect combo!

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